22 feb 2009

Josef Svoboda en Madrid. Exposición: "El mago de la luz"

Fue el creador de la Linterna Mágica, arquitecto de la luz, pionero en utilizar el vídeo en sus escenografías, experimentaba con rayos láser y la holografía, utilizaba en las escenificaciones la proyección en varias pantallas para conseguir la misma variabilidad como la actuación de los actores. Josef Svoboda fue un maestro del decorado.


Nacido el 10 de mayo de 1920 en Caslav (Bohemia central), Svoboda fue creador y arquitecto de más de 800 escenografías. Introdujo en la escenografía procedimientos modernos, basados en una novedosa percepción del espacio, tiempo, movimiento y luz como factores dramáticos. En 1967 creó uno de sus efectos especiales más famosos, un pilar de luz en tres dimensiones. Es responsable de la famosa cortina de luz blanca creada por unos focos diseñados por él que se han llamado ‘Svoboda’. Murió en Praga el 15 de abril de 2002 a los 82 años.


Profesional y perfeccionista, a pesar de cosechar grandes éxitos en vida, tras su muerte, a nadie se le había ocurrido reunir en una exposición los trabajos de este maestro del espacio, el tiempo, el movimiento y la luz como factores dramáticos. Ahora sus mejores trabajos recalan por las paredes del Teatro Fernán Gómez hasta el 15 de febrero.



La muestra, titulada precisamente Josef Svoboda. El escenógrafo de la luz, ofrece una exhaustiva selección de lo que fueron 50 años de carrera y casi 800 escenografías de este checo nacido en 1920.

La muestra acoge una veintena de maquetas, algunas de ellas móviles; varios documentales, responsabilidad del documentalista Fernando Carmena y la recreación de varias escenografías a modo de instalaciones practicables. Estas piezas tienen procedencia diversa como el Teatro Regia Emilia, la Linterna Mágica de Praga, el Teatro Picolo de Milán y del Festival Maserata.



Una selección realizada por su íntimo amigo Giorgio Ursini, ayudado por el otro comisario de la muestra, Angel Martínez Roger, director de la Real Escuela Superior de Arte Dramático, quienes estuvieron acompañados durante el acto de presentación, por la hija y el nieto de Svoboda. «Le conocí a finales de la década de los años 60 y, desde ese momento, nos hicimos amigos, una amistad que duró hasta el día de su muerte», comentó Ursini, quien aparte de esta gran retrospectiva prepara un libro sobre Svoboda, a lo que hay que sumar una película documental dirigida por su nieto.



En el Teatro Fernando Fernán Gómez se exponen una veintena de maquetas de distintos tamaños, algunas de ellas móviles, otras gigantes realizadas por el propio Svoboda y se reagrupan fragmentos de decorados de sus espectáculos con los que se recrean espacios de fuerte presencia perceptiva. También se proyectan documentales realizados con todo el material fílmico disponible hasta el momento, se incluyen filmaciones de grandes directores cinematográficos como Milos Forman. Destacan las escenografías de Svoboda a modo de instalaciones accesibles y practicables, que crean un conjunto de efectos dramáticos visuales reforzados mediante el espacio sonoro basado en la música original de los espectáculos para la obras de Wagner, Mozart y Verdi.



La exposición “Josef Svoboda, escenógrafo de la luz” recorre el trabajo y las creaciones del famoso escenógrafo a lo largo de su trayectoria profesional. Su hija, Sarka Polak-Hejnová, ha estado en Madrid para presentar la muestra que recoge obras procedentes del Teatro Regio Emilia, La Linterna Mágica de Praga, El Teatro Picolo de Milán y del Festival de Masarata.

Svoboda concebía su trabajo como el fruto de la labor de un conjunto, desde el iluminador al figurinista, para lograr «una unidad de concepto». De ahí que Ursini haya copiado su forma de trabajar para crear esta muestra y que resulte «poética, elegante y que evoque espacios teatrales para transmitir al espectador una sensación determinada».

Ursini recuerda a Svoboda como «un gran experimentador, un buscador de elementos nuevos y herramientas nada habituales y tomando siempre como materia prima la oscuridad. Con él la luz deja de ser simplemente un elemento iluminador para formar parte esencial del espectáculo».

El «papá de la escenografía moderna» como le llamaba cariñosamente su amigo Ursini, trabajó en los mejores escenarios del mundo: desde L'Scala de Milán, al Covent Garden londinense, la Fenice de Venecia o el Metropolitan de Nueva York, combinando las grandes producciones operísticas, con montajes en pequeños teatros.

Svoboda fue el inventor de la cortina blanca de luz, un recurso hoy más que utilizado en la escenografía actual. Por lo que tanto Ursini como Angel Martínez recalcaron cómo «todo lo que él creó ayudó luego a los escenógrafos del siglo XX. Toda la escenografía europea le debe algo a Svoboda».

Por su parte, la hija del artista y colaboradora suya se alegró de que la primera exposición tras la muerte de su padre se celebre en España, país donde sólo creó una escenografía, pero que visitaba de tiempo en tiempo para ofrecer conferencias, y que amaba.

«Todos se preguntarán, por qué no se ha hecho esto en la República Checa, su patria», desveló la hija del artista, quien se contestó a sí misma con el conocido dicho: «Nadie es profeta en su tierra». Y matizó: «Desde luego, él fue mucho más reconocido internacionalmente que en su país».



Ahora, su hija dedica el tiempo a la Fundación Svoboda, creada para difundir su obra, y actualmente, en fase de digitalizar el gran archivo privado que posee la familia.



Josef Svoboda. El escenógrafo de la luz

. La exposición permanecerá en el Teatro Fernán Gómez (plaza de Colón, s/n) hasta el 1 de marzo de 2009 [prorrogada]


[ + ]